sobre política octubre 2019
En Colombia, a propósito de las elecciones regionales y de los bombardeos que hubo en una de las zonas más vulnerables del país, es momento de nuevo de sentarme al computador a saludar a los lectores, a agradecerles los minutos y a invitar a todos aquellos que no comparten mi opinión, a que al menos terminen de leerla, que la critiquen si quieren, pero que por favor no envíen un balazo ni real ni simbólico, ya que de esta parte no lo están recibiendo. A diferencia del pasado, no pretendo ahora, y espero no pretender nunca de nuevo, que alguien piense o se convenza de mi opinión. Que ojalá me expliquen sus diferencias, pero yo más que todo entiendo con diagramas y frases precisas sin lenguaje muy técnico.
Hemos vivido por tantos cientos o miles de años a la espera de nuestro salvador social y aún nos tienen con los crespos hechos. Quisiera decir más bien “los tienen a ustedes con los crespos hechos” pero me apropiaré de la situación en esta ocasión como lo hice siempre hasta hace algunos meses. Hemos esperado por tantos años que la bendita democracia funcione y que llegue ese mandatario que va a salvar al pueblo de tanta miseria. Si ud es un ciudadano del mal llamado “primer mundo”, por favor notifíquese que sí, que en Colombia, somos un pueblo que hace muchos años ha vivido en la miseria social, política y económica.
Si soy de la izquierda, salimos a las calles a apoyar a la izquierda y nos hacemos más enemigos de los que apoyan a los otros bandos. Si ahora me pongo a la derecha, salimos entonces luego todos a la calle cuando mandan a nuestro mandatario a indagatoria con carteles mostrándole todo el apoyo de esa mitad del pueblo que cree en el mesías del siglo XXI. Y decimos acá, y luego gritamos allá, y luego publicamos tantas cosas - como este post - criticando a los unos y desbaratando a los otros, como si no comiéramos todos de la misma tierra. ¿Qué culpa tiene la tierra colombiana de tener a tantos habitantes que…?
De una vez y para siempre, para antes y para el futuro, para ahora que estoy llegando a los 30 y para cuando tenga 50, no ha habido, ni hay ahora, ni habrá nunca ningún salvador mandatario que saque a ningún pueblo de ninguna miseria. Y Colombia está incluida en ese “ningún pueblo”. Ahora que hubo elecciones regionales en donde la ex-senadora y muy respetada doctora Claudia López venció las votaciones, tengo la sensación de que ella misma tiene en la cabeza que será la salvadora de la ciudadanía en Bogotá. Y ante ella, muchos otros se detienen alabándola como si fuera esa salvadora que seguimos esperando. Mi lugar de residencia no me permitió votar en esas elecciones, si hubiera podido la habría apoyado también, pero no pensando que es la salvadora de la ciudad con aspiraciones a salvar al país.
A los ciudadanos en Bogotá: En 4 años el metro no va a estar terminado, ojalá y esté empezado, pero jamás terminado.
De la misma manera, no hay otro sentimiento que me genere el actual presidente Ivan Duque más que lástima. Y al sentir lástima por él, siento lástima por mí, y siento lástima por todos los otros colombianos, por los que viven en Colombia, por lo que no, por los que se sienten orgullosos de ser colombianos y por aquellos que quisieran no serlo. Siento lástima que hayamos llegado a tal punto de tener un presidente tan estúpido como Duque, un presidente que ni se entera de los graves acontecimientos que están sucediendo en sus narices. Vergüenza debería darle a un ser humano pararse al frente de un pueblo proclamándose presidente sin ni siquiera saber qué pueblo es el que lo ve y lo escucha. Pero bueno, la vergüenza nos la aguantamos nosotros, él, que siga cantando y bailando, que no tiene nada de malo, pero su labor no es precisamente de celebrar en estos momentos.
Que celebren todos menos los políticos y mandatarios. A ellos les llega su celebración puntual en un cheque bastante gordo cada mes. Que la música, la danza y la alegría nos la dejen a nosotros. Que pueda yo ver de nuevo este escrito cuando haya logrado aportar así sea un gajo de todo este racimo.